En esta ocasión vamos a chuparnos los dedos con un dulce extremadamente sencillo de hacer y que puede disfrutarse de las más variadas maneras: un dulce de membrillo.
INGREDIENTES
- 1 Kg de membrillos
- 800 Gr. de azúcar
PREPARACIÓN
En primer lugar deberemos pelar y cortar los membrillos en trocitos pequeños. Los ponemos en una olla y cubrimos con el azúcar. Podemos dejar macerar unas horas para que el azúcar se vaya deshaciendo y la fruta suelte sus jugos, aunque este paso es opcional. Yo lo dejé macerando toda la tarde y toda la noche (fue tanto tiempo porque estuve ocupada). Al día siguiente la fruta ya estaba bastante macerada y como se puede ver, había soltado bastante líquido.
Ponemos la olla a fuego medio y dejamos que la fruta se vaya cocinando y ablandando. Una vez que esté cocinada, hacemos uso de la batidora y la trituramos hasta hacer un puré fino. Cuando tengamos el puré listo, volvemos a poner al fuego sin dejar de remover, para que no se pegue, unos minutos más.
Pasado ese tiempo, el dulce ya estaría hecho y lo podemos poner en los moldes. Yo usé unos de barro que tenía a mano, pero cualquier tipo de molde es perfectamente válido. Los tapamos con papel transparente y los metemos en la heladera (frigorífico) hasta que se enfríen y endurezcan. Y ya están listos.
Particularmente me encantó hacer este dulce casero, porque quedó muy suave al paladar. Por lo general este tipo de dulces tienen una textura granulosa cuando lo comemos, pero a mí me quedó muy suave y muy rico.
Ya saben, si cae en sus manos algún membrillo, no lo piensen. Lo van a disfrutar seguro!
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